Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




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08 marzo 2020

Bernie resiste después del supermartes

Las elecciones primarias norteamericanas siguen un calendario fijo que se repite cada cuatro años de forma sistemáticaDespués de celebrarse, en el mes de Febrero, las primeras primarias en los cuatro Estados pequeños (Iowa, New Hampshire, Nevada y Carolina del Sur) que inician el proceso, llega, a primeros de Marzo, el llamado supermartes en el que se celebran elecciones en catorce Estados, incluidos alguno de los más grandes. El supermartes supone un punto de inflexión en el proceso de primarias pues decide la composición de aproximadamente el 25% de delegados que forman el cuerpo electoral en la convención demócrata que nombrará al candidato en el complejo y un tanto confuso, sistema electoral de EE.UU.

En las primarias del supermartes suele producirse la primera criba de candidatos, y así ha sucedido esta vez. El aparato del partido demócrata ha volcado todo su apoyo en Joe Biden, ex vicepresidente con Obama, con objeto de cerrarle el paso al hasta ahora candidato preferido, Bernie Sanders, demasiado progresista para los gustos del stablishment demócrata, que considera también  que un candidato más convencional tiene mayores posibilidades de vencer al presidente Trump.

A falta de contabilizar todos los resultados del supermartes, no deja de sorprender que un país tan supuestamente avanzado como EE.UU. tenga unos procedimientos electorales tan rudimentarios, se confirma el primer puesto de Biden  pero Sanders ha aguantado bien el envite y está a menos de un centenar de delegados del ex-vicepresidente, mientras que el resto de candidatos han desaparecido de la carrera por la nominación.

Empieza por tanto el siguiente capitulo de las primarias, que tienen dos puntos fuertes en los dos martes siguientes, día 7 con primarias en seis Estados y día 17 con primarias en cuatro.

B. Sanders ha levantado un potente movimiento, comparable al de Obama de hace 12 años, con miles de voluntarios, financiado por millones de aportaciones económicas conseguidas dolar a dolar sobre la base de  pequeñas donaciones, frente a los cientos de millones de otros candidatos demócratas y del mismo D. Trump.

Un triunfo de Bernie significaría un giro de 180 grados en la política norteamericana, tanto en el plano interno, como en el que más puede afectarnos, el internacional.

La victoria de B. Sanders en las presidenciales podría significar mucho más que arrojar a Trump al vertedero de la historia y que sus cuatro años de mandato se queden solo en un mal sueño, significaría también el nacimiento de un nuevo escenario mundial del siglo XXI que contribuirá de forma decisiva a un nuevo paradigma en las relaciones internacionales.

Adelante Bernie


30 noviembre 2017

Vuelve la guerra fria

Como el mundo es mucho más amplio que Cataluña, conviene de vez en cuando salir del "monotema" que nos ocupa tantas reflexiones en España y pasar a otros asuntos importantes.

En Octubre 1962 se produjo una de las mayores crisis, si no la mayor, de la Guerra Fría, que estuvo a punto de provocar una guerra nuclear entre EE.UU y la URSS.

Tras el fracaso del intento de invasión de Cuba en Bahia de Cochinos, en 1961, Fidel Castro pidió apoyo a Kruschev y la URSS respondió instalando 9 plataformas de misiles de medio alcance (2.000 - 4.000 Km.) apuntando  a las costas de Florida.

Cuando los aviones espías norteamericanos U2 detectaron las plataformas, decretaron el bloqueo de la isla para impedir la llegada de los barcos soviéticos, en una acción ilegal pues la operación se produjo en aguas internacionales. El avance  de la flota soviética durante aquellos días hizo crecer la tensión progresivamente y el conflicto estuvo a punto de estallar cuando un misil soviético derribó un U2 americano, al parecer por error.

A partir de ese momento se  realizaron negociaciones secretas entre Kennedy y Kruschev, que acabaron de forma satisfactoria con la retirada de la flota soviética y el compromiso de desmantelar las misiles de Cuba. EE.UU. a cambio se comprometió a no volver intentar la invasión de Cuba  y a desmantelar los misiles de medio alcance que desde Turquía amenazaban el territorio soviético.

55 años más tarde, el proceso se repite con actores diferentes, EE.UU. la primera potencia mundial y Corea del Norte, un pequeño y agresivo país, gobernado por un régimen comunista radical de carácter hereditario, que ha sido capaz de dotarse de tecnología nuclear y construir misiles de largo alcance y que ha realizado en los últimos meses varias pruebas atómicas y de lanzamiento de misiles.

Todo indica, que medio siglo después los seres humanos no hemos aprendido nada y el temor a la MAD (Destrucción Mutua Asegurada) que existía en el siglo pasado parece que ha perdido vigencia.

Las características personales de los lideres de estos dos países, el presidente Trump y el "monarca" norcoreano Kim Jong-un, dos personajes viscerales y agresivos de comportamiento imprevisible, no ayudan nada y hacen temer que, finalmente, no actúen con la prudencia que tuvieron en su momento Kennedy y Kruschev. Hay que esperar que las sanciones internacionales que con toda seguridad dictaminará el Consejo de Seguridad de la ONU y la mediación de China, tengan efecto y finalmente la crisis se resuelva de forma pacífica.

Afortunadamente, en nuestro mundo hay también dirigentes positivos que están teniendo un papel extraordinario. El Papa Francisco, que ya jugo un papel importante en el acercamiento entre Cuba y EE.UU. en la época de Obama, actúa a hora de mediador en un conflicto religioso, en el que la mayoría budista esta  masacrando a la comunidad musulmana de los Rhoinyás, en un país, Myanmar sorprendentemente presidido por una mujer que tiene el premio Nobel de la Paz.

No hace falta ser creyente para valorar muy positivamente las gestiones en favor de la paz de un lider católico en un conflicto de carácter religioso  que afecta a otras religiones.

22 enero 2017

El amigo americano

El final del mandato del presidente Obama, supone también el final de una época que vamos a echar mucho de menos, tanto por los valores que ha representado durante sus ocho años de presidencia, como por las negras perspectivas que se anuncian con la llegada de su sustituto.

Era evidente que Obama iba a pasar a la historia por ser el primer presidente afroamericano, pero además, ha resultado ser el presidente más progresista de las últimas décadas hasta el punto de que en algunas ocasiones, como en la forma de abordar la crisis económica ha pasado por la izquierda a la Comisión Europea y a muchos dirigentes de nuestro continente. Mientras EE.UU. era capaz de salir de la crisis con medidas expansivas, Europa se sumía en el austericidio y la miseria, con recetas fracasadas limitadas al control del déficit de una forma inflexible.

En otros campos también ha dado muestras muy positivas, como en la salida de Iraq, que le supuso el premio Nobel de la Paz, el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, el intento firme, aunque finalmente frustrado, de cerrar Guantánamo, su posición favorable a adoptar medidas contra el cambio climático y, en política interior, la puesta en marcha del "Obamacare" para proporcionar asistencia médica a los ciudadanos más desfavorecidos.

Si Obama hubiera tenido mayoría en el Congreso, su presidencia hubiera conseguido logros mucho mayores.

Los españoles progresistas de mi generación,  los que nacimos a mediados del siglo XX, hemos considerado tradicionalmente a los norteamericanos, con cierta simplificación, como unos tipos capitalistas, prepotentes,  incultos y un tanto paletos, difícilmente distinguíamos, más allá de pequeños matices, entre demócratas y republicanos. Obama ha cambiado esta percepción, ahora sabemos que en EE.UU. hay una corriente progresista urbana, a veces incluso de izquierdas, contrarrestada por una derecha rural que habita en la América profunda y que, ayudada por un sistema electoral del paleolítico de la democracia, ha conseguido que un personaje tan estrafalario como D. Trump haya alcanzado la presidencia. lamentablemente Hillary Clinton no ha podido ser la primera presidenta norteamericana.


La presidencia de Trump ha empezado mal para él. Más de medio millón de personas se manifestaron en Washington para defender los derechos de las minorías, mientras manifestaciones similares se organizaron en muchas otras ciudades de EE.UU. y de todo el mundo, lo que indica que la sociedad actual no admite con facilidad los criterios reaccionarios y autoritarios de este presidente. La resistencia ha empezado desde el primer día.

Muy significativo es también el hecho de que hayan sido las mujeres, con su símbolo del gorro rosa, las que hayan iniciado la protesta y que no se hayan limitado a defender solo sus derechos de genero sino que, además, hayan incluido la defensa de los derechos de otros colectivos: étnicos, de orientación sexual o con otras características. Con convocatorias como esta, el movimiento feminista alcanza sus máximas cotas.


20 mayo 2016

Elecciones presidenciales en EE.UU.

Las elecciones en EE.UU. afectan a todo el planeta, por ello tendría su lógica que todos los ciudadanos del mundo pudiésemos votar en ellas.

Como eso es imposible, si deberíamos, al menos, mostrar un cierto interés por lo que pasa al otro lado del Atlántico.

En EE.UU. el proceso de primarias es mucho más exhaustivo que el que, más bien a regañadientes, hacen los partidos políticos españoles, dura nueve meses, de enero a septiembre y va recorriendo uno a uno todos los Estados de la Unión.

Vistas desde España, las elecciones USA se han considerado muchas veces como una confrontación entre dos partidos de derechas muy similares entre sí. Esta visión simplificada se ha puesto en cuestión en los últimos años debido a la globalización de la información por un lado y a la progresiva polarización política de los dos partidos  norteamericanos. Poca gente considerará que la gestión de los dos últimos presidentes republicanos, Bush padre y Bush hijo, es similar a la de los dos últimos presidentes demócratas, Clinton y Obama.

En esta ocasión, llegando ya a la fase final de las primarias, los candidatos parecen estar prácticamente decididos.

En el lado demócrata, la casi segura nominación de H. Clinton, asegura una cierta continuidad de la linea que han seguido sus predecesores.

En el lado republicano, si no lo remedian, y parece difícil, el candidato será D. Trump, un tipo profundamente racista y reaccionario, cuya victoria, que afortunadamente parece poco probable, podría tener graves consecuencias para todo el orbe. Tan reaccionario es este personajes que ex-presidentes tan poco sospechosos de progresismo como Bush padre e hijo, le están negando su apoyo.

La polarización ideológica de estas elecciones se completa por la presencia en el partido demócrata de un candidato de clara trayectoria progresista, B. Sanders, que se declara a sí mismo socialista y que todavía tiene posibilidades, aunque remotas, de obtener la nominación como candidato.

La decisión de Bernie Sanders de aguantar hasta el final parece estar orientada a favorecer posturas más progresistas en la sociedad americana.

Esta polarización izquierda-derecha a la europea parece indicar que algo está cambiando también en EE.UU. 


27 marzo 2016

Obama en Cuba

Para los miembros de mi generación, que nacimos a mediados del siglo XX y tenemos una ideología de izquierdas, la revolución cubana, (1 de enero de 1959), ha tenido una presencia constante en nuestras vidas.

Durante más de 50 años, hemos asistido a todos los acontecimientos ocurridos desde ese momento en Cuba: el desembarco de Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles, las acciones revolucionarias del Che Guevara hasta su muerte en Bolivia, la participación cubana apoyando a diversos movimientos revolucionarios en distintos países y, sobre todo, al sistemático bloqueo norteamericano que ha mantenido a Cuba durante muchos años al limite de la supervivencia.

El bloqueo cubano comenzó en 1962, bajo la presidencia de Kennedy, después de la crisis de los misiles. En 1975, siendo presidente G. Ford, se establecieron algunos contactos secretos que suavizaron el embargo, aunque esta mínima distensión se cortó con el pretexto de la participación cubana en la independencia de Angola. En los años siguientes bajo las administraciones republicanas de Reagan y Bush padre, se endurecen las sanciones a Cuba, en 1982, con la inclusión en la lista de países terroristas y en 1992, con la Ley Torricelli. El último hito del bloqueo se produjo en 1996, durante la Administración Clinton, con la aprobación de la Ley Helms Burton.

El fin de la Unión Soviética privó  a Cuba de su mayor apoyo, aunque mantuvo su resistencia con otras alianzas en el continente americano: Ecuador, Bolivia, Nicaragua y, sobre todo, Venezuela, durante su período de bonanza económica debido al petroleo, sustituyeron el anterior apoyo de la Unión Soviética.

Desde el comienzo del siglo XXI, la situación internacional de Cuba se ha hecho cada vez más difícil. El atraso técnico y económico, a pesar de la potencia que siempre ha tenido en sanidad y educación, la falta de libertades políticas, la presión internacional y el envejecimiento inevitable de Fidel y Raul Castro, hacían temer un desenlace negativo a la revolución cubana cuando Fidel y Raul desaparecieran. 

Es bastante evidente que el régimen cubano necesita una liberalización interior, que tímidamente empezaba a hacerse en el área económica, aunque no tanto en la política. En este contexto, el cambio de actitud de la comunidad internacional, singularmente de los EE.UU., se hacía imprescindible.

No hace falta ser un experto en política norteamericana, para considerar que el momento oportuno es necesariamente, el último año del segundo mandato de un presidente demócrata, cuando terminado su ciclo presidencial, no tiene aspiraciones electorales y tiene mayor libertad de hacer política con mayúscula.

Afortunadamente así ha ocurrido, Obama ha cumplido con las previsiones y ha utilizado sus últimos años para empezar a romper el bloqueo de Cuba con la circunstancia positiva de hacerlo estando todavía vivos los hermanos Castro. Sin su presencia, el régimen cubano estaría debilitado y las posibilidades de una apertura cubana, que fuera capaz al mismo tiempo de mantener los mejores logros de la revolución, serían mucho menores.

El fin de más de cincuenta años de bloqueo, que está próximo a llegar tras el comienzo del deshielo en diciembre de 2014 y la reciente visita de Obama a Cuba, tendrá como consecuencia la reintegración de Cuba a la participación plena en la comunidad internacional, y constituirá una excelente noticia, no solo para los cubanos sino también para todos los que a pesar de sus contradicciones, hemos apoyado la resistencia cubana al bloqueo durante estos años.

06 octubre 2015

Siria, nuevo escenario

La decisión de Rusia de incrementar su apoyo aéreo   al régimen sirio de Bashar al-Asad, junto con el incremento de los bombardeos de la coalición internacional contra el yihadismo en Siria e Iraq, liderada por EE.UU. y Francia, a las posiciones del EI, abren un nuevo capitulo en el conflicto de Siria.

Cuatro años de guerra y la enorme avalancha de refugiados que ha saturado los recursos de los países vecinos, Turquía, Jordania y el Líbano y ha sorprendido a Europa cuya supuesta solidaridad se está poniendo a una dura prueba, han podido influir en este cambio de escenario.

Durante estos cuatro se ha producido un "equilibrio en el punto cero" que ha tenido como consecuencia la NO intervención directa de las grandes potencias y la inhibición del Consejo de Seguridad de NN.UU., dejando por tanto que una guerra civil, librada al menos a cuatro bandas: régimen de Bashar al Asad, apoyado por Rusia; fuerzas de oposición no integristas, apoyadas por los países occidentales; Estado Islámico (EI) y afines y kurdos, siguiera su propia lógica. 

La evolución de la guerra civil está demostrando cada vez más que el EI, que sobrepasa en su actuación cualquier limite moral y ético, es el principal enemigo de todos, y obliga necesariamente a que los otros tres actores en conflicto y sus poderosos aliados, concentren el máximo esfuerzo posible en las acciones contra el EI.

Las operaciones aéreas de rusos por un lado y franceses y norteamericanos por otro y el consentimiento ambiguo de las mismas del Consejo de Seguridad de  NN.UU. parecen indicar, en una interpretación optimista, la existencia de un acuerdo tácito entre las grandes potencias para aunar esfuerzos contra el EI.

El proceso está plagado de contradicciones, cada país actúa apoyándose en justificaciones distintas, Rusia en una petición del gobierno legitimo de Siria, EE.UU. en una petición equivalente del gobierno Iraqui, Francia en una interpretación sui géneris del concepto de defensa propia, etc. mientras el Consejo de Seguridad no se pronuncia expresamente sobre las intervenciones, ni las condena expresamente, limitándose a pedir respeto y prudencia.

Los riesgos son grandes pues pueden producir lo que, eufemísticamente, se llaman daños colaterales, como acaba de ocurrir en Afganistan con el bombardeo de un hospital de MSF, o provocar alguna colisión entre las grandes potencias o sus aliados den la zona.

Además de evitar daños colaterales, rusos y americanos deberían actuar con lealtad mutua, focalizando sus acciones sobre el EI. Los rusos deben evitar atacar posiciones de rebeldes moderados y kurdos y los norteamericanos no favorecer que el EI ataque posiciones del régimen sirio.

Establecer un proceso de paz en Siria sigue siendo la prioridad pero después de cuatro años de guerra y dada la actitud del EI no parece que haya sido posible hasta ahora. Hay que esperar que no se cometan los mismos errores que en Iraq  o Afganistan y las operaciones militares duren solo lo necesario para poder abrir un proceso de negociación política que lleve la estabilidad a la zona.

30 diciembre 2014

Deshielo entre Cuba y EE.UU.

Los comunicados simultáneos de los gobiernos cubano y norteamericano del pasado 17 de diciembre, en los que anunciaban un próximo acuerdo para el restablecimiento de relaciones diplomáticas, constituyen un acontecimiento histórico de primer orden pues  suponen el principio del fin de los 53 años de bloqueo que EE.UU. impuso a Cuba en 1961.

En los últimos 23 años, desde 1992, la Asamblea General de NN.UU. ha condenado sistematicamente el bloqueo, en los 2013 y 2014 prácticamente por unanimidad, salvo  por el voto en contra de EE.UU. y su aliado de cabecera Israel.

Para mi generación, que en 1959 estaba todavía en la infancia, la revolución cubana ha sido siempre un referente de la dignidad de un pueblo que ha resistido durante muchos años el bloqueo y las amenazas del país más poderoso del mundo.


Ningún pueblo se merece sufrir más de 50 años de aislamiento por defender su independencia política.

La imagen del Che Guevara, que presidía las habitaciones de muchos jóvenes de izquierdas de los años 60 y 70, fue un permanente recordatorio del prestigio que la revolución cubana tenía entre una juventud española inmersa en la dictadura franquista.


Aunque ya en aquellos años, nuestras aspiraciones eran las de socialismo y democracia, simultáneamente, a Cuba siempre se le justificaban sus limitaciones democráticas debido a su situación geoestratégica, en plena boca del lobo.

El transcurso del tiempo ha ido poniendo más en valor la necesidad de que Cuba adopte un sistema democrático, necesidad que no puede ser impuesta desde fuera sino que tiene que ser liderada por el propio pueblo cubano.

La avanzada edad de los hermanos Castro hacía temer que, después de su desaparición por razones biológicas, Cuba pudiera ser colonizada por el poderoso lobby cubano-norteamericano de Miami, los llamados gusanos,  que acabarían con todos los avances conseguidos y volverían a convertir Cuba en una colonia.

El acuerdo EE.UU. -Cuba llega en un momento oportuno, pues, con una administración demócrata en su último período en EE.UU., lo que le concede una mayor libertad de acción, Raul Castro como presidente de Cuba y un entorno en sudamericana muy diferente a las viejas dictaduras militares de hace unas décadas, las posibilidades de recuperar la democracia sin servilismos, son mucho mayores. 

Conviene mencionar en este proceso, la positiva intermediación del Papa de Roma, que en su doble condición de Jefe de Estado y líder religioso de una parte importante de la humanidad, ha sabido salir de los estrechos margenes de la defensa de la estrecha moral católica a que nos habían acostumbrado sus antecesores y ocuparse de contribuir a la mejora de las relaciones internacionales.



ENCUESTA SOBRE POSIBLES PACTOS DE GOBIERNO EN EL LATERAL DERECHO



10 noviembre 2012

Four more years for Obama



Cuatro años más de Barack Obama en la Casa Blanca suponen un alivio para todos los progresistas de cualquier parte del mundo, que veíamos con terror la posibilidad de que un personaje tan reaccionario como Mitt Romney accediera a la presidencia de EE.UU., engrosando la nómina de "brillantes" dirigentes políticos occidentales como Mariano Rajoy o Ángela Merkel por tanto.

Bienvenida la segunda victoria de B. Obama

El proceso electoral estadounidense empezó a principios de año con un candidato demócrata, B Obama, claramente favorito frente a un conjunto de precandidatos republicanos muy conservadores y poco brillantes que no parecían tener muchas posibilidades de ganar.

Cuando a finales de Agosto la Convención Republicana eligió al "ticket" formado por Mitt Romney, miembro activo de la secta de los mormones y Paul Ryan, un guaperas antieuropeo partidario del ultra liberalismo económico, la victoria por goleada parecía asegurada. El curriculum antihispano del candidato y su carácter antifeminista tampoco le ofrecían muchos apoyos. Era, en definitiva, una candidatura auspiciada por el "tea party", el sector más reaccionario del Partido Republicano, excesivamente conservadora incluso para la mayoría de la población norteamericana.

Las elecciones norteamericanas producen algunos elementos marginales de reflexión, entendiendo por ello aspectos no evidentes que espero supongan algún tipo de novedad sobre los análisis tradicionales, que en buena parte comparto pero que no voy a repetir pues han sido ampliamente difundidos.

Mi "primera reflexión marginal" parte del primer cara a cara entre Obama y Romney en el que, como hasta el mejor escribano echa un borrón, parece que ganó Romney (ver en este mismo blog el post http://alfredo20032.blogspot.com.es/2012/10/los-debates-obama-romney.html publicado hace unas semanas).

A partir de ese momento y aunque los siguientes cara a cara dieron resultados muy distintos, parece que la inmensa mayoría de las encuestas hablaban de un "empate técnico" como resultado previsible. El patinazo de todas estas encuestas fue espectacular, pues finalmente Obama ganó por un amplio margen de casi 100 delegados a falta de Florida, incluyendo todos los Estados dudosos y una diferencia de más de dos millones de votos populares.

¿Por que se equivocan las encuestas? No creo que la competencia técnica de los institutos de opinión sea baja, pues tienen acreditada una experiencia de muchos años, me inclino a creer, lamentablemente, a que han tenido un excesivo sesgo a favor del Partido Republicano que ha gastado ingentes cantidades de dinero en la campaña electoral. En una reciente entrevista con un responsable económico de la campaña de Obama, se le preguntaba por las causas del enorme coste económico de las elecciones y la respuesta era que se debía a los pocos limites que tenían las donaciones a los partidos políticos, situación que favorecía especialmente al Partido Republicano que tenía donaciones millonarias de las grandes corporaciones, y de personajes como Sheldon Adelson, promotor en Madrid de Eurovegas. Estas donaciones quizá expliquen el sesgo de las encuestas que, afortunadamente, estaban totalmente equivocadas. Las encuestas suponen una potente herramienta de información que puede perder toda confianza si se ponen al servicio descarado de intereses partidistas, como parece haber ocurrido en este caso.

Sobre financiación en USA y encuestas es muy interesante la opinión de Vicenç Navarro en el plural.com  Lo que no se ha dicho en los medios sobre las elecciones en EEUU.

La segunda reflexión marginal está relacionada con la interpretación extremadamente cínica que se hace sobre el comportamiento de los candidatos en la gestión de la tormenta tropical Sandy que produjo enormes destrozos en la costa este de EE.UU.

Leyendo algunos análisis puede parecer que la devastadora tormenta fue una bendición para Obama, pues le permitió publicitarse como comandante en jefe y le ayudó a ganar las elecciones. Ese análisis tan cínico, que solo valora el aspecto táctico de la actuación de Obama, obvia la actitud de G.W. Bush en situaciones similares como el huracán Katrina, que asoló Nueva Orleans, o en un contexto más cercano, las lamentables actuaciones del gobierno popular de J.M: Aznar en situaciones críticas como el hundimiento del Prestige, el accidente del Yak 42, o, también en período electoral, el atentado de los trenes de cercanías del 11M en Madrid.

Sea en período electoral o fuera de él, un gobernante honesto debe dar la cara en una situación catastrófica y Obama supo estar a la altura de las circunstancias provocadas por Sandy, mientras otros dirigentes políticos norteamericanos o españoles, intentaron escurrir el bulto en situaciones críticas para su país.

Enhorabuena al mundo por el triunfo de Obama que puede contribuir a mejorar la situación política mundial en los próximos cuatro años.

21 octubre 2012

Los debates Obama-Romney



Aunque en las elecciones de EE.UU. los que no somos ciudadanos norteamericanos no tenemos derecho a voto, su resultado final nos afecta igualmente, por ello, su seguimiento es obligado para cualquier ciudadano comprometido con lo que pasa en el mundo.
No es lo mismo que EE.UU. este gobernado por presidentes demócratas como Obama o Clinton, que por republicanos profundamente reaccionarios y dominados por los grupos de presión financieros, militares o industriales,  como cualquiera de los dos Bush.
A primeros de año, una vez proclamados los candidatos, parecía que Obama, que en cuatro años ha dado la vuelta a la política norteamericana después del período negro de Bush II, iba a ganar con facilidad, pues las propuestas del candidato republicano, muy cercano a la extrema derecha norteamericana del Tea Party, eran inaceptable incluso para una sociedad tan profundamente conservadora como la estadounidense
Si hiciéramos caso a algunos comentaristas españoles, supuestamente expertos, que se supone nos ilustran sobre el desarrollo de la campaña, después del primer debate celebrado en Denver, el candidato republicano Mitt Romney habría dejado fuera de combate al presidente Barack Obama.
¿Como es posible que en un solo debate desapareciera la sólida ventaja que Obama parecía haber obtenido en los meses anteriores?
¿Que argumentos dio el candidato republicano para que la situación cambiara de esta manera?
Las crónicas del primer debate publicadas en España, especialmente las radiofónicas y televisivas, fueron de una insustancialidad digna de preocupación, supuestamente Obama perdió el debate por razones de lo que llamaría "el envoltorio": La forma de mirar a la cámara, de mover las manos, el tono de voz o la corbata que llevaba. Las ideas que defendieron uno y otro candidato no parecen tener la menor importancia.
El segundo debate, entre los candidatos a vicepresidente, tuvo un resultado inverso no porque el candidato republicano tuviera una ideología de carácter ultraderechista, sino porque, al parecer, Joe Biden estuvo más contundente en su forma de expresarse.
Las crónicas del segundo debate entre los candidatos, celebrado en Nueva York, aunque entran algo más en contenidos políticos, también ponen el foco en la mejora de las formas de Obama para darle como vencedor del debate.
Esta trivialización del debate político, considerándolo casi como si un encuentro deportivo se tratara y poniendo el énfasis en los aspectos formales más marginales, o, si hay ocasión, en los aspectos escandalosos que puedan darse en los mismos, se está convirtiendo en una lamentable costumbre de muchos medios de comunicación que contribuye a crear la mala imagen que lamentablemente tienen los políticos. Estos medios suelen ser los primeros en criticar esta mala imagen.
Aunque la presentación y las formas de una campaña electoral tienen su importancia, el programa político, el curriculum del candidato, sus actuaciones anteriores y su comportamiento y honestidad personal deben ser las claves de la campaña. El culto excesivo a la imagen y las formas, que no son más que un envoltorio, se está convirtiendo en los últimos tiempos en un factor determinante, al menos para comentaristas y supuestos expertos. Esperemos que los ciudadanos, tanto norteamericano como del resto del mundo, valoren mucho más los contenidos que las parafernalias diseñadas por los asesores de imagen.
En ese sentido la presidencia de Barack Obama ha sido una bocanada de aire fresco en un momento de retroceso de Europa, dominada últimamente por el dúo Sarkozy- Merkel, que afortunadamente, se ha quedado solo con Angela Merkel, que esperemos pueda ser remplazada en poco tiempo.
Una presidencia de un republicano como Romney sería muy negativa para el mundo y seguramente también para la mayoría de los ciudadanos de los EE.UU.
Esperemos que finalmente, Barack Obama renueve su mandato por otros cuatro años y contribuya de forma decisiva a la pacificación de las zonas conflictivas del mundo y a la consecución de los objetivos del milenio de Naciones Unidas.