Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




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13 julio 2015

Entropía en la izquierda de la izquierda

En Física, se entiende por entropía a la "magnitud termodinámica que indica el grado de desorden molecular de un sistema". Por extensión puede aplicarse este término a otros temas, en este caso a la izquierda de nuestro país. Me he permitido utilizar un término científico por parecerme más elegante que uno más coloquial, como barullo, que podría ser equivalente. 

Los partidos políticos organizados tienen un "grado de entropía" relativamente bajo pues la organización implica orden, eficacia y capacidad de hacer trabajo útil para la sociedad. Las organizaciones políticas formadas por aglomeración de varias partes, que mantienen fuertemente su personalidad original tienen, por el contrario, un grado mayor de entropía.


En 1982, el PCE, dirigido por G. Iglesias, decidió la creación de IU que, inicialmente, fue un intento de configurar un nuevo partido de izquierdas que reivindicaba a la vez el legado del PCE de la transición y la lucha contra la dictadura, pero superaba y adaptaba sus planteamientos a los nuevos tiempos. El PCE  debería ser la base inicial de IU para, autodisolverse posteriormente, junto con sus otros componentes, en ese nuevo partido de izquierdas más dinámico y moderno. En definitiva se estaba siguiendo un modelo similar al italiano.

La posterior evolución de IU fue en un sentido muy diferente. Bajo la dirección de J. Anguita, se convirtió en un movimiento político controlado por el PCE, no mucho más que un simple cambio de imagen. La progresiva pérdida de influencia del PCE, atomizado en diferentes grupos, ha convertido a IU en un conglomerado heterogéneo con un alto nivel de entropía.

Podemos es un partido nacido del 15 M, que ha heredado la entropía propia de un movimiento surgido una forma espontanea de la protesta popular.

Los dirigentes de Podemos han sabido capitalizar ese movimiento y crear un partido de ideología difusa, que ha planteado con eficacia la necesidad de utilizar nuevas formas en política, aunque no siempre las han practicado y erradicar la corrupción.

Podemos alcanzó un éxito inesperado en las elecciones europeas de 2014 y, a partir de ahí, ha desarrollado diversas estrategias para conseguir su principal objetivo:


 "tomar el cielo por asalto, no por consenso"

Una de estas estrategias es reducir su nivel de entropía y conseguir una cierta coherencia en su mensaje, para ello:

  • Ha renunciado a presentarse como Podemos en las elecciones municipales. Debido a las dificultades de controlar muchas candidaturas locales de composición muy diversa, ha preferido disolverlas en candidaturas de unidad popular sobre las que no tiene responsabilidad.
  • Ha mantenido su marca en las elecciones autonómicas, aunque el peso en las candidaturas de sus organizaciones regionales, no siempre bajo el control de los dirigentes nacionales, ha dado lugar a algunas incoherencias.
  • Ha elaborado un procedimiento de "listas plancha" para asegurar la lealtad y homogeneidad de todas los candidatos al congreso de los diputados, la toma del cielo, con objeto de garantizar que en ellas estén solo gente de la confianza del líder.
  • La invitación  a participar en esas listas a algunos, pocos, "outsiders" procedentes de otros partidos, o de organizaciones sociales con una cierta proyección mediática, no parece ser mucho más que un intento electoralista de adornar sus listas.
Para aumentar la entropía de la izquierda, aparecen al rebufo de Podemos, un conjunto de "Podemos 2", todos ellos con la expresa voluntad de ser el eje que unirá a toda la izquierda empezando, como casi siempre en estos casos, por crear su pequeño chiringuito universalista. Son las candidaturas ahora en común, impulsada principalmente por A.Garzón, tal vez con el acuerdo no explicitado de la dirección federal de IU y por algunos dirigentes secundarios de Podemos y otros partidos y decide en común, impulsada por algunos antiguos socialistas que, en desacuerdo con la política del PSOE, han decidido volar por su cuenta.

Las candidaturas "en común" pretenden, expresamente, extender el buen resultado de las candidaturas ciudadanas en las elecciones municipales a las generales y estratégicamente, presionar a Pablo Iglesias para que llegue a un acuerdo unitario.

No es evidente que una estrategia que ha triunfado en grandes ayuntamientos, con candidaturas ciudadanas encabezadas en muchos casos por personas con una trayectoria inapelable como M. Carmena o A. Colau, triunfe tambien a nivel nacional con las dificultades de articular un programa que vaya más allá de las buenas intenciones y sin un líder claro que lo encabece.

Pablo Iglesias tiene la candidatura controlada, el liderazgo y la proyección mediática suficiente para abordar esta tarea, no tanto el programa que sigue siendo ambiguo y parece considerar que un acuerdo con los "en común" no sería más que meter más gallos en el gallinero con probables efectos indeseables.

Las iniciativas "en común" están condenadas al fracaso en su intención unitaria, Podemos ha dicho varias veces que esa no es su estrategia y si siguen adelante, no serán más que una competencia menor incluso que la que puede representar IU si  se presenta por si misma, sin disfrazarse de lagarterana.