Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




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08 diciembre 2013

Jubilación efectiva


El pasado 13 de Septiembre, con 65 años bien cumplidos, pase al estado de jubilación como consecuencia de un ERE organizativo, que mi empresa decidió hacer en cumplimiento de unas  disposiciones, de carácter más bien cosmético, del gobierno popular que afectaban al sector público empresarial.

Como parte de tan fundamentalista disposición se decidió que mi empresa Isdefe,  se fusionase con otra empresa pública, INSA, con lo que podrían ahorrarse más o menos cuatro perras, aun a costa de la pérdida de 38 puestos de trabajo que han producido situaciones muy graves a muchos compañeros afectados, y de complicar la gestión de la nueva entidad resultante, pues dos empresas con trayectorias y culturas empresariales diferentes tardan mucho en convertirse en una unidad operativa eficiente.

El ERE era totalmente innecesario pues ambas empresas  tenían beneficios, su ejecución se hizo  casi de la peor forma posible y desde luego había otras soluciones mucho menos traumáticas. 

Aunque la jubilación oficial fue en Septiembre con algunos meses de retraso, ya que no me jubilé cuando cumplí los 65  por las razones que expuse en su momento, la jubilación efectiva no ha llegado hasta que mis amigos de toda la vida han decidido darme entrada en su club de jubilados jubilosos y activos, por lo que en estos meses considero que he disfrutado de una simple prolongación de unas vacaciones.

Dado mi retraso en celebrar el acontecimiento, mis amigos me obsequiaron con una fiesta sorpresa en la que glosaron mi vida y milagros en dos versiones, una periodística y otra en forma de "romance de ciegos", uno de cuyos ripios está en la cabecera de estas líneas. En la elaboración de estas crónicas participaron amigos, hijos, hijos de amigos, parientes y hasta los nietos pusieron algún dibujo.

Además de las crónicas, me regalaron, entre otras cosas,  un estupendo fin de semana en la Posada de San José de Cuenca, maravilloso lugar que se asoma sobre la hoz del Huecar.

Formo parte de una generación que ha tenido una vida laboral estable y ha llegado a la jubilación con una pensión relativamente  alta. Si a eso se le une una familia excelente con cuatro nietos maravillosos y un estado de salud razonable aun con alguna gotera.¿Que más puedo pedir?. Solo una cosa que esta situación no sea un privilegio para unos pocos que hemos tenido la suerte de nacer en la época adecuada y se generalice para las siguientes generaciones lo que, a la vista del paro y los recortes actuales, no parece un deseo fácil de cumplir.

En estas circunstancias, insisto que privilegiadas, la jubilación no es más que un cambio de circunstancias, como tantos otros que acontecen a lo  largo de una vida. Del mismo modo que ocurre cuando terminas la etapa educativa, cuando dejas la casa de tus padres porque formas una nueva familia, cambias de trabajo, o te licencias del servicio militar, cambias los lugares, las compañías diarias y las costumbres habituales y las sustituyes por otras.

En estos tiempos los jubilados tenemos muchas actividades en las que participar y contribuir además de, echar una mano los nietos, disfrutar del tiempo libre y poder desarrollar aficiones que estaban más o menos dormidas.

Las últimas generaciones de abuelos no son unas generaciones pasivas que se limitan al banco, del parque, y la bolsa, del pan, tienen por un lado, un estado de salud mucho mejor que los de generaciones anteriores que les permiten tener una vida activa y por otro la situación económica que vive España, les ha dado otras funciones como ser en muchos casos el sustento principal de familias enteras, victimas del paro y participar activamente como voluntarios en movimientos sociales como los bancos de alimentos.

Por otro  lado han vuelto en muchos casos a la primera línea de  la lucha social en temas que les afectan directamente, como la privatización de la sanidad, el mantenimiento de las pensiones o la Ley de dependencia y en otros, como la educación o el paro, que afectan a toda la sociedad.

Ya no puede considerarse que los jubilados seamos una clase pasiva, pues además de todo los dicho, la democracia  que hemos contribuido a construir, nos ha dado el derecho al voto, y eso tienen que tenerlo muy en cuenta todos los gobiernos.

14 diciembre 2012

65 años



Coincidiendo con el 34 aniversario de la Constitución Española, he alcanzado la provecta edad de 65 años, edad legal de la jubilación para los que cumplimos años en 2012. A partir de 2013 la edad de jubilación se irá retrasando progresivamente.
Dado que llevo cotizando casi 40 años y no he estado nunca en el paro, lo que en estos tiempos supone un autentico privilegio, tengo derecho a cobrar la pensión máxima que me corresponda.
A pesar de estas condiciones tan favorables y de no tener especiales deudas ni compromisos económicos que me obliguen a obtener más ingresos, he decidido no jubilarme todavía, acogiéndome a la posibilidad que da la Ley de Reforma Laboral, en una disposición adicional que suprime la obligatoriedad de jubilarse a los 65 años recogida en la inmensa mayoría de los convenios. En mi opinión esta disposición adicional es una de las pocas cosas positivas, quizá la única, que tiene la citada Ley. Hace algunos años los sindicatos reclamaron, y ganaron, en los tribunales europeos el derecho a la jubilación voluntaria, que no obligatoria, a los 65 años. Posteriormente el gobierno permitió la jubilación obligatoria en determinadas condiciones: 65 años cumplidos, 35 de cotización y contrato de relevo.
La mejora de la salud y el incremento de la esperanza de vida tiene, entre otras consecuencias, que en muchas ocasiones se alcancen los 65 años en perfectas facultades por lo que obligar a la jubilación en esas condiciones, puede suponer una gran perdida social y personal. Ciertamente el enorme paro que tenemos haría conveniente que se liberasen puestos de trabajo para las nuevas generaciones que son las que más sufren las consecuencias del paro. Desgraciadamente, actualmente se están  la amortización casi todos los puestos de trabajo relativos a todo tipo de bajas laborales por lo que el relevo generacional se produce  en muy poca medida.
En el caso de la empresa pública en la que presto mis servicios, la prohibición de contratación de nuevos empleados es absoluta, de l mismo modo que en todo el sector público, de forma que ninguna jubilación se sustituye, por tanto desde ese punto de vista tampoco hay ninguna razón para jubilarse pues nadie va a ocupar mi puesto de trabajo si me jubilo.
Pero la razón fundamental para retrasar algún tiempo mi jubilación es de carácter sindical. He sido representante sindical desde el comienzo de mi vida laboral, en los años setenta, empezando como enlace sindical en los viejos tiempos del franquismo, cuando CC.OO. practicaba el entrismo en el sindicato vertical como vía complementaria para debilitar el franquismo.
Posteriormente la actividad sindical me ha acompañado durante casi toda mi vida laboral, hasta llegar a mis 65 años a presidir el Comité de Empresa  de Isdefe.
Isdefe, como todo el sector público mercantil, se encuentra en una situación delicada, culminando un proceso de fusión que, como indicaba en un artículo anterior, no tiene ningún sentido, pero puede contribuir a complicar las cosas y se enfrenta a un año 2013 que viene complicado y en el que es posible que se produzca algún tipo de regulación de empleo.
En estas condiciones y dado que no me gusta abandonar el barco en medio de la tormenta y que creo que puedo ser útil en estas condiciones, voy a prolongar algún tiempo mi actividad laboral.