Blog de Alfredo20032

Comentarios, desde la izquierda, de la actualidad política y social, con referencias esporádicas a otros temas más o menos relacionados.




18 agosto 2016

Elecciones autonómicas en Euskadi y Galicia


El próximo 27 de septiembre se han convocado elecciones en dos de las tres nacionalidades históricas españolas: Euskadi y Galicia, las circunstancias en que van a celebrarse tienen especial trascendencia, teniendo en cuenta que el Estado sigue sin gobierno y que las iniciativas separatistas de Catalunya podrían contagiarse a estas otras dos nacionalidades históricas.

EUSKADI

Euskadi tiene todavía pendiente el tema de poner el punto final a ETA, pues en los cuatro últimos años, con el PP gobernando en Madrid y el PNV en Euskadi, no se ha avanzado nada, después de haberse conseguido el abandono de la lucha armada siendo Patxi Lopez lehendakari y el estando el PSOE en el gobierno central.

Un segundo problema que se está planteando en Euskadi es si, finalmente, el lider indiscutible de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, va a ser o no inhabilitado. Desde el punto de vista exclusivamente político, su ausencia sería negativa pues, además de que con independencia de su historia anterior, Otegi ha sido un hombre clave en la pacificacion de Euskadi, es necesario que los dirigentes mas representativos de todas las fuerzas políticas esten en el parlamento.

En cuanto a las perspectivas electorales, a falta de encuestas que ultimamente son muy poco fiables, y teniendo en cuenta que la presencia de Podemos, que hace cuatro años no existía,  cambia totalmente el escenario vasco, la única referencia a considerar son los resultados de las elecciones generales del 26J en Euskadi.

La proyeccion de estos resultados a las normas autonómicas daría el siguiente resultado:
  • Podemos    22 escaños  (+22)
  • PNV             18 escaños  (-9)
  • PSOE           12 escaños  (-4)
  • Bildu            10 escaños  (-11)
  • PP                10 escaños  (= )
  • Cs                   3 escaños (+3)
  • UPyD              0 escaños  (-1)

Si se diera un resultado como este, sería posile un lehendakari de Podemos apoyado por Bildu, a no ser que se diera una extraña alianza PNV-PSOE-PP, que también tendria muchos problemas.

En todo caso, dado que las autonomicas son muy diferentes a las generales, las referencias son relativas, aunque todo indica que el próximo parlamento vasco va a ser muy diferente del actual y las opciones de gobierno muy complicadas.


GALICIA

En Galicia, tradicional feudo del PP, también se han producido cambios importantes en el escenario electoral, aunque no parece  fácil que afecten al gobierno de la Xunta.

La proyeccion de los resultados de las elecciones generales al proceso autonómico daría el siguiente escenario:

  • PP                     34 escaños   (-7)
  • PSOE                18 escaños   (= )
  • En Marea         16 escaños  (+7) 
  • Ciudadanos       7 escaños  (+7)
  • BNG                     0 escaños  (-7)

Aunque el PP pudiera perder 7 escaños, que pasarían a Cs que entraría así en el parlamento gallego, y con ello la mayoría absoluta, la posibilidad de un gobierno de izquierdas dependería de Cs que es muy reacio a pactar con nacionalistas.

Los siete escaños que ganan Las Mareas vienen sin duda del BNG que ya quedó fuera en las elecciones generales.

Significativa también es la crisis que ha habido en Podemos-Galicia que, finalmente va a ir en coalición con las Mareas, después de un golpe autoritario de P. Iglesias que veía peligrar su entramado de confluencias en el parlamento de Madrid. 

Del mismo modo que en Euskadi, pueden existir sensibles diferencias entre las elecciones generales y las autonómicas.

Aclarar, finalmente, que un análisis hecho desde Madrid puede permitir una mejor perspectiva de conjunto a costa de perder los matices que da estar sobre el terreno. Se ve mejor el bosque pero se pierden los detalles de los árboles.


15 agosto 2016

Ciudadanos toma la iniciativa

En las gestiones encaminadas a la investidura del próximo presidente del gobierno, toda la iniciativa la está llevando Cs.

Primero planteando al PP seis propuestas de regeneración demócratica, como condición imprescindible para iniciar negociaciones encaminadas a dar el si a Mariano Rajoy en la segunda sesión de investidura y, a continuación, con la publicación, en el diario El Pais, de una carta abierta dirigida a Pedro Sánchez y a todos los socialistas proponiendo un pacto de oposición y la abstencion en la investidura.

Mientras A. Rivera toma estas iniciativas, los otros tres lideres nacionales están desaparecidos. Rajoy se limita a convocar a su comité de dirección para dentro de varios dias y Sanchez e Iglesias no saben/ no contestan.

Las propuestas de regeneración democrática hechas por Cs, son un paso muy importante, pero insuficiente, pues faltan otras imprescindibles, de carácter económico y fiscal, de recuperación de derechos laborales y de tipo social.

P. Sánchez, que tomó la iniciativa después del 20D, está respetando al máximo los tiempos de Rajoy, intentando darle un protagonismo político que no quiere. Aunque tiene sentido esa estrategia de espera, pues la iniciativa le corresponde al PP, cada vez está más claro que mantener a capa y espada el no a la investidura, solo conduce a las terceras elecciones. La carta abierta de Cs, emplazando al PSOE a un pacto de oposición sobre las mismas bases del firmado en Marzo, obliga aún más a los socialistas a salir de su mutismo y dar una respuesta.

El procedimiento de carta abierta utilizado por Rivera es también significativo pues hace públicas unas propuestas que, seguramente, ya se habrían hecho antes de forma directa sin obtener respuesta. 

Es cada vez más evidente que la única alternativa al gobierno de centro derecha son unas terceras elecciones que, previsiblemente, darán un resultado parecido y, muy probablemente, más favorable para el PP.

Los socialistas necesitamos tiempo para asimilar que estamos sin alternativa, después de que la intransigencia y el fanatismo de Podemos tirase por la borda hace unos meses la posibilidad de un  gobierno de progreso.

Por más que argumentemos sobre la corrupción del PP y las barbaridades que hicieron en la pasada legislatura y por más que pongamos en evidencia las contradiciones de A. Rivera, la realidad política de los votos es la que es y no se puede cambiar. 

También necesita tiempo el PSOE para poner en marcha sus procedimientos democráticos, el Comité Federal, que es quien tiene que tomar la decisión final.

Si, finalmente, se decidiera permitir, con la abstención, un gobierno de Rajoy, esta postura no puede ser gratuita, no podemos apoyar ese gobierno para que haga lo mismo que el anterior, es imprescindible que manifieste, al menos, la intención de hacer una política muy diferente a la de la legislatura anterior y sometida al control de un parlamento en el que no tienen mayoría. Como viejo sindicalista, la situación me recuerda a la de una empresa con fuerte implantación sindical en la que, aunque la patronal la dirija, los sindicatos tienen mucho que decir. 

Permitir que gobierne el PP tendría algunos costes electorales, como también los tendría ser considerados responsables de unas terceras elecciones, pero estos posibles costes, dependerán más del comportamiento que se tenga durante la legislatura, que del hecho puntual de abstenerse o no en la investidura. Algo parecido ocurre con el liderazgo de la oposición que tampoco se le regala a Podemos por el mero hecho de la abstención. El liderazgo hay que ganárselo día a día.

Si, finalmente, se decidiera admitir la propuesta de Cs, quedarían por definir algunos aspectos tácticos que también tienen su importancia, como el control de los tiempos. Sería ilustrativo que Rajoy fracasará en sus dos primeros intentos de investidura y solo se considerase la opción de apoyar la investidura partir del tercer intento.

09 agosto 2016

¿Hay que tragarse el sapo?

La nueva vuelta de tuerca dada por  los independentistas catalanes, aprobando su hoja de ruta para la desconexión con España, ha tenido repercusiones importantes en el proceso de investidura, pues los diputados separatistas han pasado definitivamente a no poder ser tenidos en cuenta en ninguna mayoría de gobierno.

La propuesta del govern fue aprobada en el parlament, con el voto contrario, eso si con distintas formas por aquello de juntos pero no revueltos, de PP, PSOE, Cs y Podemos version catalana.

En consecuencia, tanto la propuesta podemita, por la izquierda de "pacto a la valenciana", como el esquema que los socialista han propuesto al PP para que intenten formar un gobierno apoyado por los partidos de centro derecha, pierden sentido al fallar en ambos casos la "pata" catalana. Los 17 diputados catalanes han pasado, junto con los dos de Bildu, a estar en un estado de cuarentena política, y no pueden contar para ningun esquema de gobierno, sea desde la izquierda o desde la derecha.

Con este escenario, o se firma un pacto de progreso entre PSOE, Cs y Podemos, como el que propuso P. Sanchez en Marzo y estamos pidiendo un número creciente de ciudadanos, o nos tendremos que tragar el sapo para que gobierne el PP, si se quieren evitar las terceras elecciones.

Si finamente así fuera, además de las grandes dosis de omeoprazol que tendríamos que tomarnos los votantes socialistas para digerir al batracio,  sería necesario que, al menos PSOE y Cs, y si fuera posible también Podemos, coordinaran sus acciones para exigir al PP unas condiciones mínimas,  mucho mas rigurosas  que los 125 puntos, versión light, que dicen compartir del pacto firmado en Marzo por el PSOE y Cs y que incluyera también el compromiso de presentar una moción de confianza a media legislatura.

En estas condiciones el Parlamento tendría un papel clave para revertir algunas de las iniciativas más perniciosas de  los cuatro últimos años de gobierno popular y se podría preparar una alternativa de gobierno en un plazo más corto que largo. La abstención de PSOE y Cs no tiene, si se hace y se explica correctamente, porque poner en duda el papel de oposición que estos dos partidos tienen que tener. Podemos por su parte tiene que decidir si madura  y participa de forma constructiva en las tareas de la oposición o si se echa al monte y se dedica  a practicar de forma entusiasta la demagogia.

En el  PSOE,  la decisión de tragarse el sapo tendría que ser colectiva y por tanto adoptada por el Comité Federal y ratificada por los militantes, lo que, casi inevitablemente, nos lleva a mediados de Septiembre.

31 julio 2016

Manifiesto "Por un gobieno de progreso"

Acaba de publicarse un nuevo manifiesto reclamando a los "partidos del cambio", PSOE, Cs y Podemos, que hagan todos los esfuerzos posibles para constituir un gobierno de progreso que sustituya al del Partido Popular. Este segundo manifiesto, además de estar firmado por políticos e intelectuales relevantes, está abierto a todos los ciudadanos vía change.org.

Podría parece a primera vista que este manifiesto es contradictirio con el presentado tan sólo hace unos dias que abogaba por hacer todo lo posible por que España tenga un gobierno cuanto antes. No estoy de acuerdo con este análisis, creo que ambos manifiestos son dos caras ďe la misma moneda. 

La situación me recuerda a aquel jugador de naipes que afirmaba que lo que más le gustaba era jugar al póquer y perder, y cuando le apuntaban que sería ganar, respondía que eso sería increible. He manifestado mi acuerdo con el primer manifiesto, porque creo que tiene que haber "partida" y reconozco que ha ganado la derecha y he firmado el segundo porque creo que  hay que agotar todas las posibilidades de ganar la partida para que, finalmente,  haya un gobierno progresista.

El modelo que se propone, coincide con el que defendió el PSOE la pasada legislatura y que la incompatibilidad mutua entre Podemos y Cs impidió. Si en la pasada legislatura no fue posible este pacto, ahora es mucho más difícil pues los resultados de los tres partidos han sido peores y la acusación de coalición de perdedores tendría mayor fundamento, aunque como dice el manifiesto, los 85+71+32 diputados de los tres partidos del cambio, siguen siendo mayoría absoluta y muchos más que los 137 del PP.

Un manifiesto de estas características hubiera tenido mayor valor hace unos meses aunque "nunca sea tarde si la dicha es buena". La inclusión entre los firmantes de algunos cualificados representantes de Izquierda Abierta y Compromis, miembros de la  coalición  Unidos Podemos, otorga mayor valor al documento.

Además de las dificultades objetivas, existen las subjetivas pues tampoco parece haber mayor interés ni en Podemos, salvo los firmantes indicados, que sigue con la matraca de incluir a los separatistas catalanes en cualquier acuerdo, ni en Cs que parece teorizar que el pacto de la legislatura anterior le ha costado muchos votos, y todo su afán es buscar la abstención del PSOE para que le ayude a pagar los costes politicos de su abstencion.

Aunque difícil, la propuesta de gobierno de progreso es procedente pues, dependiendo de como evolucione el proceso de investidura, podría aparecer en primer plano en cualquier momento y disponer de un elevado número de firmas de apoyo sería muy positivo.

24 julio 2016

Manifiesto a los nuevos diputados

La costumbre de escribir manifiestos, expresando una opinión o haciendo una petición, es una forma totalmente legitima de ejercer la libertad de expresión que está muy extendida en nuestro país, tanto si se trata de personas de cierta relevancia, como es en este caso, como cuando lo hacen personas sin ningún significado especial, utilizando muchas veces plataformas como Change.org u otras.

El valor de un manifiesto viene determinado en primer lugar por su contenido y, a continuación, por el número de apoyos que recibe, o por la relevancia de los firmantes.

En este caso se trata de un Manifiesto a los diputados electos,  firmado por algunas personalidades de la vida política, entre ellos varios antiguos ministros, cultural y académica.

No comparto en absoluto la descalificación que se ha hecho a priori de este documento en algunos ámbitos, alegando intereses particulares de los firmantes. Cuando hay más de 50 firmantes, la mayoría de ellos con una larga y positiva trayectoria política y profesional, no se puede mantener en serio esta descalificación.

Los socialistas estamos demasiado acostumbrados a recibir opiniones sesgadas e interesadas de algunos de nuestros propios dirigentes, los llamados barones. Creo que no es este el caso pues los socialistas que suscriben el documento no son de los que se dedican habitualmente a intoxicar y además, hay muchos otros firmantes que no son miembros del PSOE.

Por tanto, dado que los firmantes del manifiesto son gentes solventes y respetables, con mucha experiencia política,  su opinión, se comparta o no, merece ser oída y tenida en consideración.

El contenido del manifiesto es muy genérico, a veces hasta obvio. Aunque habla en terminos generales parece claro que lo que se propone es que se busque la formula de apoyar un gobierno del PP porque, y eso es de mi cosecha, han ganado las elecciones.

Lo que no aborda el manifiesto es como hacerlo pues, aunque se pueda reconocer que no hay otra opción a corto plazo y que unas terceras elecciones serían negativas para el prestigio de la democracia y, seguramente dieran una mayoría superior  al PP , el coste de apoyar a Rajoy tanto para Cs como para el PSOE o los nacionalistas, Podemos tiene su reino fuera de este mundo y es muy difícil que se de por aludido, sería muy alto y todos prefieren que lo pague otro.

Es una situación de bloqueo sin salida que aunque se sepa lo que no hay más remedio que hacer, lamentablemente dejar que gobierne el PP, nadie quiere pagar la factura.

En el manifiesto se piden cesiones y sacrificios, incluso de carácter personal y esto no puede interpretarse de otra manera que decirle a Rajoy que deje paso a otra persona. Si M. Rajoy renunciase a ser presidente del gobierno, el escenario cambiaría de forma radical. 

Después del fracaso del intento de Pedro Sanchez de crear un gobierno con las fuerzas del cambio, que no fue posible por la postura de Cs y de Podemos, y considerando que el PP, aunque no nos guste ha ganado las elecciones del 26J, a la izquierda no queda más remedio que pasar a la oposición. El no permanente a la investidura de PSOE y nacionalistas, y la abstención de Cs nos lleva a unas terceras elecciones, en las que es muy posible que el PP mejore todavía más. La izquierda perdió el tren que pasó el 20D y ahora no ha vuelto a pasar.

La investidura del candidato del PP tendrá inevitablemente costes políticos para todos los partidos que participen en la operación de la investidura, pues a muchos de sus militantes y votantes les costará admitirlo. Pero los costes no tienen porque ser eternos, serán mayores o menores dependiendo de como se gestionen y de como se expliquen y, sobre todo, de la actitud que se tenga a lo largo de la legislatura que, puede incrementar o reducir estos costes.

En cualquier caso el primer pago debería hacerlo el PP apartando a Rajoy de la investidura. El precedente de Artur Mas en Cataluña es el ejemplo a seguir, su renuncia permitió la investidura de un president aunque el proceso que han seguido después no tenga nada de ejemplarizante.

Una vez resuelto el trámite de la investidura, los socialistas tendríamos que plantearnos la hoja de ruta a seguir en una legislatura, previsiblemente corta, en la que la falta de mayoría del gobierno puede permitir iniciativas políticas positivas.


17 julio 2016

Tácticas para la investidura

Los movimientos que se están haciendo para alcanzar acuerdos que permitan la investidura de Mariano Rajoy, recuerdan, de alguna manera, el juego de los trileros, pues cada uno intenta esconder la bolita lo mejor posible.

La indiscutible, aunque muy escasa, victoria del PP en estas segundas elecciones, las dificultades políticas de configurar una alternativa a M. Rajoy y el riesgo de unas terceras elecciones, que desprestigiarían a nuestro sistema democrático, casi obligan a que se produzca la investidura de Rajoy.

Partiendo de esta base y considerando la mala imagen que, a pesar de su victoria, tiene el PP y la desconfianza que produce su candidato, todos los demás partidos prefieren que sean otros los que permitan la investidura y utilizan distintas tácticas para conseguirlo, pues nadie quiere ser el responsable  ni de apoyar a Rajoy ni de convocar otras elecciones.

Como su reino no es de este mundo, Unidos Podemos sigue con su matraca: No a Rajoy y la misma propuesta imposible de gobierno del 20D: PSOE + UnPo + nacionalistas separatistas. Les da igual las terceras elecciones o la unidad de España.

Ciudadanos ha planteado una estrategia muy lineal y un tanto simplona: voto negativo en el primer intento y abstención en el segundo. Sorprende que sea de forma gratuita sin poner ninguna condición política. Todas las propuestas de regeneración democrática que exigieron en Andalucía y Madrid en las autonómicas, parecen olvidadas. El principal propósito de esta estrategia parece ser "compartir el mochuelo" del apoyo a Rajoy con el PSOE, presionándole para que también se abstenga, se forme un gobierno y luego ya veremos.

En el PSOE, al que todos piden responsabilidad, como si fuera el único que uviera que tenerla, la situación está clara, hay un acuerdo unánime de votar no a la investidura en primera y segunda convocatoria. Para que el PSOE cambie esa posición y evitar las terceras elecciones y que los compañeros que admiten, o admitimos, que en determinadas circunstancias podría cambiarse de planteamiento, puedan hacer valer sus razones, es necesario que el PP pusiese mucho más sobre la mesa y hasta ahora se ha limitado a plantear un documento genérico y ambiguo, sin ningún compromiso concreto.

En cuanto a su estrategia es, cuando menos, sorprendente aunque responda al estilo de esperar sin moverse mucho de Mariano Rajoy. Como si fuera el Rey, convoca uno por uno a casi todos los partidos políticos para "charlar" con ellos y pedirles su apoyo, sin ningún planteamiento de gobierno y, posteriormente, envía un documento que es un simple corta y pega de su programa. Declara una y mil veces que le gustaría un gobierno de gran coalición, pero que  se conforma con un gobierno en minoría y dice que le corre prisa pues, se sospecha, que quiere irse de vacaciones cuanto antes.

Con este planteamiento solo ha conseguido la estéril abstención de C´s y, si no lo cambia, parece ir de cabeza a las terceras elecciones. ¿Será eso lo que pretende?

Sus sabios de cabecera han podido calcular que si el 26J el PP tuvo mejor resultado que el 20D, si hubiera una tercera convocatoria a lo mejor mejoraba. Si esa convocatoria produce desafección con la democracia, quizá al PP no le preocupe demasiado. La mayor abstención suele ser más de izquierdas que de derechas  y por tanto le favorece. Pablo Manuel Iglesias hizo un razonamiento parecido después del 20D y se dio "una hostia bíblica".

Tal vez ese taimado comportamiento sea solo fruto de la imaginación y a partir de la próxima semana, después de que el Rey le encargue formar gobierno, el PP presente un plan más realista a los demás partidos.

Si Rajoy sigue enrocado y no consigue la investidura ¿Sería posible que Pedro Sánchez se presentara? Esa posibilidad requeriría algunas condiciones que, de momento, no se dan. La base tendría que ser el pacto de progreso firmado la legislatura anterior con C´s que ahora, requeriría el apoyo afirmativo de Unidos Podemos, no bastaría con su abstención. Ni uno ni otro están por la labor por ahora.

La opción izquierda + nacionalista, que tanto gusta a Pablo Manuel I, necesitaría que los grupos catalanes y el propio UnPo renunciaran a plantear los referendos de autodeterminación en Cataluña y otras comunidades, lo que al día de hoy, tampoco parece fácil.

Hay todavía demasiadas incógnitas y habrá que esperar a ver como se desarrollan los acontecimientos, timposible queda aun que tapoco sobra. 

09 julio 2016

Último recurso para la investidura de Rajoy.

Los centros de control de tráfico aéreo, marítimo o de otros servicios, que están dotados con complejos sistemas de seguridad, disponen, además, de lo que se denomina "ultimo recurso radio" que es un sistema más sencillo e independiente que solo se utiliza cuando todo lo demás falla y hay un riesgo evidente.

Este concepto de último recurso puede servir para ilustrar cual debe ser el papel del PSOE en la investidura de  M. Rajoy.

Que el PP ha ganado políticamente las elecciones del 26J, no tiene duda para casi nadie, salvo algunos utópicos voluntaristas de Podemos. La operación transversal de Pedro Sánchez que fracasó en Marzo, es ahora mucho más difícil y que algunos de los responsables de ese fracaso, sigan diciendo que tienden la mano al PSOE, no deja de ser sarcástico a no ser que la tiendan al cuello.

El PP ha ganado pero de forma tan mínima, que no cumple los requisitos más elementales para formar gobierno y necesita apoyos parlamentarios, en primer lugar para la investidura y luego para toda la legislatura.

En la legislatura del 2011, en la que tenían mayoría absoluta, el PP rompió todos los puentes con todos los partidos  y ahora tiene dificultades para encontrar aliados tanto dentro como fuera de su área ideológica.

Con la indolencia que le caracteriza, Rajoy suma dos y dos y decide que lo que le conviene es una gran coalición con su oposición natural y a vivir que son dos días. Si ese pacto destroza al PSOE mucho mejor para ellos, que así no tienen rivales en el futuro. Según Rajoy, el PSOE debería aceptar ese acuerdo para defender el  superior interés nacional.

Si recordamos que el 12 de marzo de 2010, Zapatero presentó los ajustes que le había exigido Bruselas para bajar el déficit, de forma tan confusa, con un cambio tan brusco de lo que había defendido tan solo algunos días antes que desconcertó a toda la izquierda, generando una crisis de confianza de los ciudadanos con los socialistas  que todavía estamos pagando, entenderemos los costes que tiene el bien superior del Estado, "cueste lo que cueste al partido".

El PSOE ha admitido unánimemente, y así se ha manifestado en el Comité Federal del nueve de Julio, que el PP ha ganado las elecciones y que, por tanto, tiene que trabajarse los apoyos necesarios para conseguir mayoría, mientras que al PSOE los ciudadanos le han mandado a la oposición y, en consecuencia, no puede apoyar al PP como presidente.

La solución a esta trampa Saducea no es fácil pues ¿Como se implementa aquí la máxima bíblica de dar al Cesar (Rajoy) lo que es del Cesar y a Dios (el pueblo) lo que es de Dios?, que en este caso pasaría porque finalmente haya gobierno, aunque sea del PP, y el PSOE lidere la oposición y se arranque la legislatura, que durará lo que tenga que durar.

Lo deseable sería que el PP dejase de sestear y asumiera su papel de buscar apoyos entre sus más afines y de estos, es C´s quien tiene  que tener el principal protagonismo. C´s no puede tampoco limitarse a argumentar que se abstenga el PSOE y así ellos pueden votar en contra sin desgastarse.

El paso clave es la negociación entre la derecha del PP y el centro derecha de C´s, para llegar a un acuerdo de mínimos que deberá incluir todos los asuntos trascendentes como la regeneración democrática, la ley mordaza, el pacto de Toledo, la reforma laboral, la política fiscal y económica, la reforma constitucional, las relaciones europeas, etc. C´s ya lo hizo con éxito en Andalucía con el PSOE y en Madrid con el PP y ahora debería repetirlo, corregido y aumentado, en el parlamento nacional.

Hasta ahora el PP se ha limitado a juegos de salón, reuniéndose con Coalición Canaria, ERC y PNV, que no son trascendentes para ningún acuerdo, esquivando el seguro NO del PSOE y la negociación real que tiene que ser con C´s.

Una vez alcanzado el acuerdo PP-C´s, que sumaría 169 diputados, sería el momento de buscar los complementos que le faltan, vía  apoyos positivos o abstenciones, para completar la mayoría.

Entre esos complementos podría figurar, como última opción, ni única ni prioritaria, la abstención socialista, completa o selectiva, siempre y cuando se analizase que los acuerdos PP-C´s cumplían los mínimos imprescindibles, se pudiesen añadir algunos otros requisitos y se constatase que, realmente, las terceras elecciones serían una catástrofe.

Si se llegase a este punto habría que tener mucha pedagogía para que votantes y militantes socialistas entendieran que se salía de la trampa saducea cumpliendo con la responsabilidad política y con el mandato popular. No es tarea fácil.